El anime como exhibición de la humanidad se encuentra lleno de matices, simples y complejos, divertidos y emocionantes, muchas veces profundo al nivel de expresión de grandes filósofos intentando desentrañar la sociedad y el pensamiento humano. ¿Qué nos mantiene en movimiento? El anime está lleno de respuestas, fantasía, amor y locura.
Muchas series dejan nuestras mentes llenas de cuestionamientos, a veces sacan nuestros sentimientos más extintos, sufrimos, otras nos ayudan a comprender mejor nuestro entorno y a las personas con quien nos encontramos en el camino, y algunas veces simplemente disfrutamos de temáticas simples, encantadoras y divertidas; con el anime podemos disfrutar de todo.
Bajo esta premisa nos sumergimos en las relaciones interpersonales y las distintas variantes del amor en Kuzu no Honkai (Scum's wish) del género drama, romance y seinen, la historia se entraña en el personaje principal Yasuraoka Hanabi y los personajes que la rodean.
Personajes
• Yasuraoka Hanabi, sufre el abandono de su padre a una corta edad, remplazando su figura paterna en su vecino Kanai Narumi, una joven de baja autoestima, insegura, poco resiliente. Vive un amor disfuncional al buscar la protección por miedo a la soledad.
• Minagawa Akane nos refleja el amor lúdico centrando su relación en el sexo, pero sin el compromiso y la pasión del amor erótico. No guarda lealtad a la otra persona, es un amor posesivo y celoso que sólo busca la diversión. Es un amor narcisista, una pasión de sentirse idolatrada, la envidia y la necesidad de atención. Anhela otra forma de amar, uno que sea libre y genuino.
• Awaya Mugi compañero íntimo de Hanabi, con quien vive un amor pragmático, una forma racional de experimentar el amor. Caracterizado por la compatibilidad de la personalidad, la cercanía de los intereses, la educación y la coincidencia de valores y principios. También existe amor platónico con su profesora Akane.
• Kamomebata Noriko, El amor amistoso, amor comedido, taimado, marcado por la necesidad de armonía y el sosiego, donde las relaciones sexuales pasan a un segundo plano y los sentimientos apasionados brillan por su ausencia. La relación se mantiene por el entendimiento mutuo y la necesidad de disfrutar de la compañía de la otra persona. Este amor nace del trato frecuente, sin que apenas uno se dé cuenta, y del que forman parte otros miembros de la familia o cercanos, duradero.
• Sanae Ebato vive un amor obsesivo con Hanabi sedienta de afecto, posesiva con estrategias obsesivas de control, sus sentimientos autodestructivos están relacionados con el miedo, la desconfianza y la inseguridad.
• Kanai Narumi Al perder a su madre de joven, comprende lo efímero de la vida y sus implicancias, aprende amar lo simple de la vida, la belleza de lo intangible, de todo aquello que no se puede poseer. Es un hombre simple y puro, inicialmente plantea un amor eros, el amor que se vive a primera vista que avanza al amor de conformidad, no hay lugar para los celos y donde no se busca la reciprocidad, es libre y altruista. Un balance casi perfecto entra la intensidad sentimental del amor erótico y la armonía y estabilidad que proporciona el amor amistoso.
"Yo solo quiero a la persona que me importa, porque quiero vivir una vida feliz" - Narumi
Apertura y Cierre
Opening Uso no Hibana - 96neko habla del miedo al amor no correspondido, al cambio, mientras que las imágenes representan como te sumerges en tus miedos y deseos. El ending Heikousen- Sayuri es mucho más abstracto y colorido como un caleidoscopio con los personajes. Logran la compenetración entre música e imágenes, pero ninguno de los dos logra resaltar.
Ambientación
La estética en el diseño de los personajes no transciende, ya que el verdadero trabajo se encuentra en su personalidad y sentimientos, más en algunas partes donde utilizan el recurso de matices u opacos para diferenciar momentos y aclarar sentimientos, el uso de viñetas para desarrollar escenarios, suaves y románticas, las imágenes estáticas de los personajes, verdaderas ilustraciones que te permiten percibir en detalle su belleza.
La historia, que inicia en abril en la preparatoria, nos va presentando poco a poco a los protagonistas. Primero, desde un punto de vista externo, mostrándonos como se relacionan estos con su entorno, así como la forma en que exteriorizan sus sentimientos. Sin embargo, una vez que hemos conocido al personaje en cuanto a sus relaciones, la historia, mediante la introspección de ellos, nos revela sus verdaderos deseos y temores. La única excepción a esta regla es la protagonista, Yasuraoka Hanabi, de quien somos testigos desde el comienzo cuales son sus sentimientos más profundos.
Esta forma de presentarnos la historia nos mantiene, de principio a fin, cautivados en saber que es lo que sucederá y cual será la respuesta de los protagonistas basándonos en lo que vamos conociendo de ellos.
Kuzu no Honkai trata de definir el amor puro y verdadero enfocándose en los distintos puntos de vista de sus personajes.
Tal como habíamos dicho, las reflexiones de cada personaje son el punto fuerte de la serie, la particular forma en la que cada uno de ellos vive el amor, realizando cuestionamientos y retroalimentación a partir de sus experiencias nos permite acompañarlos, como cómplices, en el desarrollo de su personalidad y la forma en que también cambia su forma de ver el mundo que los rodea y como superan los miedos que los abruman.
Esta complicidad del espectador con los protagonistas, nos permite, en algún nivel, identificarnos con ellos, ya sea que hayamos o no vivido experiencias o sentimientos similares. Así, hay escenas muy emotivas o impactantes, que, junto con el particular apartado visual y sonoro de la serie, son simplemente emocionantes.
Esto último no se debe dejar de lado, pues si bien es importante todo aquello que sucede, también es importante en cómo se nos presenta. La forma en que se juega con las escenas, mostrándonos de forma escrita en un fondo unicolor aquellas reflexiones que son importantes para los protagonistas, o variando el volumen del ambiente, la música y los silencios. Todos estos elementos que van más allá de la historia son los que mantienen los sentidos despiertos y la atención constante del espectador, permitiendo interiorizarnos de manera más profunda en lo que se narra.
La empatía que gracias a esto logra transmitir la serie, permite interiorizarnos con cada uno de los amores que sienten nuestros personajes, evolucionar juntos y hasta llorar, como me ocurrió con una de las escenas más hermosas de Hanabi al tomar coraje para declararse aun comprendiendo que sus sentimientos no serían correspondidos que sus miedos iniciales se harían realidad, pero a pesar de las consecuencias, ella ya no era la misma, su dolor no sería el mismo. Otra de mis escenas favoritas que la conduce el personaje que me cautivo enormemente es Kanai Namuri al referirse a sus propios sentimientos, esta escena que llega al final de la serie, implica un cierre a los distintos tipos de amor los cuales podemos vivir, siendo este último el más maduro. Este anime busca constantemente llevarnos a la respuesta de que el amor no es la salvación de nuestro sufrimiento, sino de algo mucho más profundo.
“Amor sin esperanza, amor doloroso, amor no correspondido ¿Realmente son hermosos?” - Hanabi
Un seinen que invita a cultivarte con aquellos sentimientos que muchas veces traen tristeza y soledad, como los atesoramos quedándonos atrapados sin poder lograr ver el espectro de colores que nos entrega la vida, que por cada puerta que se nos cierra, otra sin remedio se abrirá.
Escrito por Hedgehog
