Reseña de Koi wa Ameagari no You ni: "El sabor agridulce de la juventud" - Anime Sama

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viernes, 4 de mayo de 2018

Reseña de Koi wa Ameagari no You ni: "El sabor agridulce de la juventud"


El amor es un recurso llevado por los japoneses de manera dulce y tierna (a veces demasiado tierna). Y aunque en muchas ocasiones sean tan genéricos y predecibles que creemos haberlo visto todo, aparecen un par de historias novedosas que nos hacen dar cuenta de que aun queda mucho por explorar. Koi wa ameagari no you ni nos plantea una atípica historia sobre el amor, donde se demostrará que, pese a la edad y experiencia, aún queda mucho por aprender el uno del otro.

Argumento

Veo pertinente advertir desde ya que NO esperen un shoujo porque no lo es, este anime corresponde a la demografía SEINEN.

La historia gira en torno a Akira Tachibana, una estudiante de 17 años quien, debido a un desafortunado accidente, queda temporalmente imposibilitada de ejecutar el deporte que más ama: el atletismo. Tal circunstancia la lleva a realizar un trabajo a medio tiempo en un Café, donde comienzan a florecer sus sentimientos por el gerente de lugar, un hombre de 45 años llamado Masami Kondou; quien, pese a que a simple vista es débil y torpe, Akira notará en él la amabilidad genuina que la lleva a enamorarse, por lo cual buscará la manera de relacionarse con él, pero… ¿Será la diferencia de edad un impedimento?

Como se puede apreciar, la sinopsis promete una historia interesante y peculiar. Además, dando un vistazo al apartado técnico para quienes se guían más por ello; nos encontramos a Wit Studio que, si bien es relativamente nuevo, ha demostrado calidad con sus obras, por lo que es más que seguro que una buena animación estará presente. Por otro lado, el encargado de la dirección de esta obra es Ayumu Watanabe, quien ha formado parte de staff de Doraemon, además de ser el director de la serie anime Uchu Kyoudai.

[ADVERTENCIA DE SPOILER]

Mis primeras impresiones

Quisiera mencionar mis impresiones sobre los tres primeros capítulos, puesto que ellos son muy diferentes a mi concepción final del anime. No he leído el manga, por lo que vi el anime sin tener la menor idea del rumbo que tomaría la historia. A esto diré que al inicio me pareció una cautivadora comedia romántica, por su vívida de su paleta de colores pasteles, el característico diseño de los personajes y por cómo se llevó su dirección. Amé desde el primer momento su aspecto visual y sonoro, además de la comedia, puede que sea muy particular, pero vaya que la disfruté mucho. Este inicio los asocié mucho a los cortometrajes animados, puesto que me dio la impresión de que incluso sin diálogos, se habría entendido bien el contexto. Fueron capítulos muy ligeros, apenas terminaba mis palomitas y ya estaba escuchando la apacible y bella voz de Aimer en el ending. ¡Te amo Aimer!

Un romance seinen

El rumbo que se tomó no era ni de lejos lo que me imaginaba. Plantearon una historia sobre superación personal, sobre el miedo a no satisfacer las expectativas de los demás, y la frustración que nos dejan los sueños que no cumplimos. Es decir, mostraron una historia con una profundidad inaudita, que pocas veces se pueden apreciar en estos tiempos de reproducción masiva de animes que llamo ‘conformistas’. ¡Se viene lo bueno! Ahora viene lo chido.

Es en el capítulo cuatro donde considero que el anime se pone realmente “serio”. NO es que antes no lo hiciera, sino que es a partir de este capítulo, donde se muestra la real profundidad que tomará la historia. 

Suscribo la frase que más llamó mi atención sobre este episodio:

“Constantemente me siento triste por dentro, por su juventud e inocencia; y porque no puedo soportar el hecho de que ya no soy joven. No es sólo por lo que las otras personas piensen. Sobre todo, simplemente no quiero lastimarme (…) Esa juventud agridulce terminó” - Masami Kondou

Aquella no es la única, y los que han visto el anime lo corroborarán, ni probablemente la mejor escena reflexiva del anime. Y aunque todos estemos de acuerdo en que Kondou se llevó el protagonismo en lo que respecta a frases entrañables, tampoco fue el único que proveyó el anime con estas.

La inesperada cercanía a la que es impulsado Kondou, el repentino cambio a pasar su tiempo solo, a pasarlo con una joven de 17 años, conlleva a que él se cuestione parte de los aspectos de su vida, y con ello venga su inquietud y tristeza. Mientras él recuerda el sabor agridulce de la juventud, Akira recién lo está probando.

Por otro lado, si nos detenemos a observar en estos primeros capítulos a Akira, podremos notar una adolescente ciertamente egoísta, aunque sin malas intenciones. Akira, al momento de tomar sus decisiones, evalúa las posibilidades sin tomar casi nunca en cuenta a Kondou. Y aunque es cierto que posee un marcado egoísmo, diré, sin intenciones de justificarlo totalmente, que se puede entender como algo propio de su edad. Por su puesto, no todos reaccionamos del mismo modo, pero son característicos de la juventud las acciones impulsivas y vehementes.

Paréntesis 1: En el capítulo cuatro, cuando Kase la manipula para llevarla a una salida. De una manera más agresiva, utiliza un medio parecido al que Akira usó con Kondou para que este último la llevara al cine. Aunque Akira lo hizo sin malas intenciones, tanto ella como Kase realizaron la misma actitud egoísta, actuando bajo sus propios intereses sin considerar el de la otra persona involucrada.

Los capítulos avanzan de tal modo que Akira intentará conocer más sobre Kondou, es así como descubre la pasión que mantiene él por la literatura. Es en el capítulo seis donde se va mostrando un poco más sobre las distintas épocas de Akira (qué kawaii le queda el pelo corto)en las que se ve compartiendo tiempo con Haruka, su amiga de la infancia, con quien lleva una amistad muy natural a mi parecer.

Considero que lo más agradable del capítulo fue el encuentro entre Akira y Kondou en la librería. Me gustó el modo casual con el que se llevó su charla, además de la imagen que Akira se formó sobre la librería, la cual compara con un acuario.


Paréntesis 2: Algo que destaco mucho de Koi wa Ameagari no You ni, es el sentido figurado que incluyen en los monólogos, simplemente me encanta. Y como muchos ya se habrán dado cuenta solo por el título, la lluvia juega un papel simbólico esencial en el anime.

Al dejar fluir los sentimientos…

Si realizamos una encuesta donde consultamos cuál fue el momento más romántico de la serie, muchos coincidiremos en que pertenece al séptimo capítulo. Vamos ¡que fue un deleite en todo sentido! ¿A poco no?

La atmósfera que lograron las escenas deslumbraba y transmitía la inocencia del momento. El hermoso colorido junto al melancólico cover orquestal de Ref:rain, mientras resuenan las palabras del siempre profundo monólogo de Kondou…

“Ahora, en este momento, cerraré mi paraguas y me mojaré en tu lluvia. Algo que es joven en todos los aspectos, y algo que no debes tocar solo por la sensación de nostalgia” – Masami Kondou

Quisiera dividir en dos puntos esta escena. En el primero me centraré en Akira. Sabemos la razón “trivial” por la cual comenzó el sentimiento romántico de Akira por Kondou. Y se podría entender como una razón: la admiración, impulsada por la necesidad de encontrar algo que llene ese vacío que dejó en ella el atletismo. Sin embargo, ahora la situación ha cambiado; Akira se encuentra afrontando un romance que va más cercano a un real enamoramiento, algo que viene desde el corazón. Por lo que, al darse cuenta de que Kondou recibe sus sentimientos como algo idealizado, el dolor la invade. Un dolor puro y sincero.

En este segundo punto me enfocaré en el monólogo de Kondou y abordaré la preciosa escena que tanto alabé anteriormente. La que despertó el deseo de poner en alivio los sentimientos de aquella joven. Pero… Sería frívolo llamar a este sentimiento amor. Al notarla susceptible, Kondou no pudo evitar recuperar aquellos sentimientos que había olvidado; porque lo que ella ahora sentía, él ya lo había sentido anteriormente, y por solo ese momento se dejó impulsar por aquellos sentimientos. Pero no, no es amor, es solo un sentimiento cálido de su juventud. Y aunque parezca producto de su egoísmo, es sobre todo la inocencia y esperanza lo que lo impulsa a hacerlo. Puede que esto sea algo confuso de entender, ya que gran parte de los espectadores aun nos encontramos en la etapa juvenil de nuestra vida. Pero, en lo que a mí respecta, el enfoque de Koundou abarca en pocas palabras: nostalgia, la de alguien que puede no haber disfrutado plenamente de esos sentimientos propios de la juventud, pero que por este momento dejará que ellos fluyan, como las gotas de lluvia.

Un vistazo al pasado

Es a partir de este momento donde, tanto Akira como Koundou, intentarán comprender sus emociones, dando una mirada a sus arrepentimientos, y meditando sobre sus decisiones.

Por el lado de Kondou, este decide contactar con Chihiro Kujou, un viejo amigo de preparatoria; quien, por lo que se puede apreciar, lleva a cabo de manera efectiva su pasión por la literatura. Ambos llevaban aproximadamente 10 años sin contactarse, pese a que se mostró una muy buena química entre ellos. Esto puede deberse al sentimiento de frustración que atraviesa aun Kondou, con respecto a la literatura. Sin embargo, su reencuentro se dio de una manera muy amena, lo cual no solo da a entender la real amistad que los unía, sino que, además nos demuestra que, a pesar del tiempo y las dificultades, una amistad que es verdadera se puede retomar como si los años no transcurrieran.

No somos adultos. Somos compañeros de clase – Chihiro Kujou

Sin embargo, aquel no será su único encuentro, lo cual da a entender que la amistad se está retomando íntegramente. Chihiro decide visitar a Kondou yendo a su casa, donde ambos llevan una plática muy casual, pero que conlleva un significado profundo para cada uno. Mientras Chihiro busca no desviarse de su “yo joven”, Kondou intenta reconciliarse con su pasado. El hecho de que ambos retomaran su amistad logra afianzar en ellos la pasión que comparten por la literatura, la cual pese al pasar de los años, aún sigue vigente. Un tipo de obsesión del cual no pueden escapar.

Mientras tanto, Akira se encuentra atravesando una difícil discusión con respecto a Haruka. Por un lado, Haruka quiere aferrarse a la idea de que su amistad con Akira volverá a ser la misma de siempre, la cual giraba en torno al atletismo. Mientras que Akira se encuentra en una encrucijada, dejando de lado su sentimiento por Kondou, ella se ve en la indecisión de si dejar o no definitivamente el atletismo. Al haber sido Akira la promesa del atletismo en su preparatoria, siente ahora la presión de que, al retomarlo después de su accidente, no pueda cumplir las expectativas que los demás tenían con ella. Haruka no logra comprender tales sentimientos, y pese a que Akira busca una reconciliación con ella, no logra trasmitir adecuadamente aquello que piensa. Debido a esto se darán distintas discusiones entre ambas, lo cual distanciará aún más su amistad.

Paréntesis 3: He podido observar sobre Akira que, si bien suele ser en ocasiones algo explosiva, generalmente no suele expresarse tanto bajo el uso de palabras. Probablemente a esto se debe el que no pueda expresarle a Haruka lo que realmente siente con respecto al atletismo. Esto derivó en malentendidos por parte de ambas.

Las palabras que necesitaba oír

En este punto del anime, Kondou y Akira tienen ya claro aquello que tanto los viene atormentando hasta el momento; sin embargo, ninguno de ellos se atreve a dar el primer paso para solucionarlo. Ambos son retraídos por sus miedos e inseguridades. Kondou, pese a su constante lamento por alejarse de la literatura, cree que por más que siga intentándolo, jamás podrá alcanzar su sueño; además de cargar con un sentimiento de culpa, puesto que aquel desmedido amor por la escritura, lo llevó a distanciarse de las personas que más apreciaba, entre ellas su exesposa. Por otro lado, Akira se encuentra tratando de comprender sus entreveradas emociones, tomando decisiones que se contradicen con lo que realmente quisiera hacer; lo cual puede entenderse como un método para escapar de sus conflictos internos.

En esta ocasión, el poder que implican las palabras se demuestra. Casi al finalizar el capítulo diez, Kondou y Akira tiene una breve charla, en la cual Kondou le comenta sobre un niño de golondrinas que tuvieron que reubicar, en el cual una de las aves tenía dificultades para volar. Por ello, Akira le pregunta qué pasaría con la golondrina si no pudiera volar con las demás. Es ahí cuando Kondou retrata metafóricamente su perspectiva con respecto a sus sueños. Los asocia con la golondrina incapaz de volar, y concluye que incluso así, podría encontrar la felicidad en el nido, aunque probablemente siempre mire al cielo. Por su puesto, corresponde a su caso con la literatura, esa pasión de la cual se hace mucho; la que, a pesar de llevar una vida tranquila, aún sigue añorando. Sin embargo, son las palabras que menciona en ese momento Akira, las que representaría para Kondou su salvación. “Me gustaría leer algún día sus palabras” es la frase que pronuncian los labios de Akira, y calan directamente en él. Aquellas palabras que siempre deseó escuchar, ella las menciona inesperadamente. Kondou no renunció nunca totalmente a la literatura, él continuaba escribiendo mientras miraba al cielo. Pero ahora, esa seguridad de su juventud que se había disipado, la había recuperado gracias a Akira.

“La golondrina que realmente se da por vencida en volar, probablemente incluso se olvide de mirar hacia el cielo” – Akira Tachibana

Pronto cesará la lluvia torrencial…

Era inminente el impacto que tendría la evolución de Kondou sobre Akira. Ya que ahora él está decidido a aferrarse a la literatura, Akira decide que es su momento de avanzar. A momentos de finalizar el episodio once, se da un momento de tensión entre Akira y Kondou, debido a que este último intenta lograr que Akira siga tratando de evitar o huir del atletismo; sin embargo, ella reacciona de la forma que menos hubiera querido mostrar frente a Kondou. Disgustada por su propia actitud, ella simplemente abandona el lugar; es ahí cuando se da cuenta de la frustración que está atravesando, representada por la lluvia torrencial de la escena final de este capítulo.

Ya en el capítulo final. Akira recibe una nota que consulta su elección vocacional. En ese lapso, surge la situación que conlleva a que Akira le dé tips al hijo de Kondou, para correr más rápido. Tales acontecimientos la llevan a reflexionar sobre sus sueños, pero no sería hasta notar el gran cambio de Kondou con respecto a la literatura, que elije definitivamente tomar una decisión final. Bajo la lluvia que poco a poco se diluye, Akira se dirige a entregarle un libro que Kondou había olvidado; mientras rememora aquellos momentos que compartió junto a Haruka y acepta que no puede simplemente ignorar su amor por el atletismo. Pronto dejará de llover… Tanto Kondou como Akira decidieron finalmente retomar sus sueños. Ambos llevan una relación que inicialmente fue unida por un sentimiento en común: la frustración de un sueño inconcluso. Sin embargo, ahora es distinto, ambos lograron una relación íntima, con la cual logró cada uno su crecimiento, lo cual para lo que precisamente ellos se encontraron: para aprender el uno del otro.

“Un día, cuando cada uno de nosotros cumpla sus propias promesas, definitivamente te lo haré saber de inmediato” – Akira y Kondou

Comentarios finales

Probablemente muchos intuyeron que el final que implicaría una separación. Y es que el anime no se centra en una historia de amor, como mencione al inicio; sino que aborda sobre todo el tema de evolución personal. Pese a ello, ¡sí que era necesaria una escena así!, aunque sea solo una representación de sus sentimientos, fue conmovedor ver cómo idealiza Kondou su agradecimiento con Akira. Y notar que, quizá en otro momento y distintas circunstancias, ellos hubieran sido el uno para el otro.

El diseño de personajes le da un toque más romántico a la serie, el cuello alargado y ojos aperlados de Akira, junto al particular peinado de Kondou, logran introducir al espectador en el contexto donde se desarrolla la historia. Tanto la animación y apacible banda sonora (resalto Ref:rain de Aimer) encajaron muy bien con la temática del anime, además de la inserción del sonido de la lluvia, elemento fundamental del anime, logró transmitir la atmósfera de sus respectivas escenas. Finalmente, puedo concluir que se desarrolló una historia atípica, con diversos momentos profundos y reflexivos, acompañados de una narrativa que logra mantener la atención del espectador; y no solo eso, además nos dejó diversos mensajes sobre la juventud, la amistad, el romance y lo sueños. Por ello considero que Koi wa ameagari no you ni, es como esa flor en medio de un inmenso lodo de animes “genéricos” que se producen hoy en día. Es cierto, no es un anime perfecto, pero sí dejó un buen sabor de boca en muchos de nosotros (sin tocar lo que sucedió respecto al manga).

Cuadro comparativo

Lo buenoLo malo
La parte técnica. Wit Studio realizó un muy buen trabajo tanto en lo visual como en lo sonoro.Poca relevancia a los personajes secundarios.
El diseño de personajes. Los rasgos de Akira y Kondou destacan mucho, porque representan bien ese contraste de edad.Se desvía del tema principal. Casi al finalizar el anime, se da muy poca interacción entre Kondou y Akira, reduciéndose a solo algunos pocos momentos.
La historia es innovadora y atrayente. Junto a la buena dirección, permite al espectador no aburrirse pese a la densidad de los temas.La repentina importancia a Haruka. De forma intempestiva, empezó a ocupar gran parte de las inquietudes de Akira.
Variados momentos reflexivos. Este anime nos dejó una gran cantidad de mensajes sobre la vida.Algunos huecos argumentales, como la situación entre Kondou y su exesposa.
Buen desarrollo de los personajes principales. 
Los simbolismos. El uso de la lluvia como elemento metafórico se desarrolló de muy buena manera en el anime, puesto que siempre se mantiene presente.

En conclusión: Un anime totalmente recomendable.

Reseña escrita por Emi.

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